Los francos suizos de oro combinan un diseño cásico con un contenido en oro del 90% y marcan uno de los más importantes periodos de la historia y cultura de Suiza. Estas monedas conmemorativas son populares por su rareza y bello diseño y, además, gracias en parte a la política de neutralidad del país y la baja inflacción, la disposición legal de que al menos el 40% de su valor está respaldado por las reservas en oro del país. Producidas por la Casa de la Moneda Oficial de la Confederación de Suiza en Bern (conocida como la Swissmint desde 1989), las monedas se acuñaron con valores nominales de 10, 20 y 100 francos suizos desde 1883 hasta 1949. La cara o anverso de las monedas lleva grabada la efigie de Helvetia, mientras que el escudo de armas de Suiza aparece grabado en su reverso junto al valor nominal.