4 Ducados Oro Nueva edición
La moneda de 4 Ducados de oro es una moneda conmemorativa, al igual que la moneda de oro de 1 Ducado, en honor del emperador Francisco José I, fallecido en 1916. Debido a esto, todas las monedas de 4 ducados de oro emitidas después de 1915 son reediciones de los ducados originales y, por ello, en todas ellas aparece el año 1915 independientemente del año en que fueran acuñadas por la Casa de Moneda de Austria.
Se estima que entre 1920 y 1936 se acuñaron 449.650 monedas de 4 ducados.
Antes de ser reducido a la categoría de monedas de oro conmemorativas y fuera de circulación, los 4 ducados eran, al tiempo que monedas de oro, las unidades contables utilizadas en la mayoría de países europeos como Rusia, Austria, Suecia y algunos otros por un valor nominal de 9s 4d (nueve chelines y cuatro peniques).
Las monedas de 4 ducados de oro se fabrican a partir de oro de finura 98,60%, con un equivalente de 23 ¾ quilates, una muy buena calidad para una moneda de oro que era ser emitida como moneda de curso corriente. El espesor de esta moneda es de 0,7 mm, muy poco comparado con las monedas modernas, y esto fue debido al hecho de que heredaron el aspecto medieval de las monedas de oro. Su contenido en oro alcanza un peso de 13,76 gramos o 0,4430 oz troy de oro.
En el anverso de las monedas de 4 ducados de oro aparece un retrato de perfil del Emperador Francisco José I tocado con una corona de laurel y mirando hacia la derecha. Rodenado la imagen se lee el texto "FRANC-IOS-I-D-G-AUSTRIAE-IMPERATOR".
El reverso de esta moneda contiene un relieve que representa el águila bicéfala, símbolo del Imperio austríaco, con el escudo de Austria en el pecho. Alrededor del águila y en el borde de esta cara de la moneda están grabadas, en el sentido de las agujas del reloj, las siguientes palabras "HUNGAR-BOHEM-GAL-LOD-ILL-REX-A-A-1915" también están presentes en el reverso.
La primera razón para coleccionar o invertir en estas monedas estriba en el hecho de que están realizadas en oro de alta pureza, siendo una de las monedas de mayor pureza en comparación con otras monedas emitidas en oro y que estuvieron en circulación en su momento.
La segunda razón está en que estas monedas llevan implícita una carga histórica que se transmitirá con el tiempo a los sucesivos propietarios de las mismas. Estas monedas comunican además una sensación de estabilidad, no en vano han sobrevivido durante más de 400 años y, por tanto transmiten la idea, aceptada por todo el mundo hoy en día, de que el oro seguirá siendo uno de los mejores y más accesibles medios de inversión.
El oro, como metal precioso en el que es aconsejable invertir, se presenta a la venta en una gran variedad de formatos (monedas o lingotes). Se da la circunstancia de que, a veces, estas variedades son también muy bellas además de preciosas, y este es el caso de las monedas de 4 ducados de oro.