Muchas de las monedas y los lingotes de inversión que se comercializan no están fabricados en oro o plata puros, si no en aleaciones de diferente tipo. El contenido en oro o plata puros es indicado por el peso fino del metal. Por ejemplo, el Krugerrand se produce en una aleación de oro y cobre, metal que le confiere su característico tono rojizo, y su peso total es de 34 gramos. El peso del oro que contiene (o peso fino) es, sin embargo, de 31,1035 gramos, que es lo que pesa exactamente una onza de oro.