Oro rojo


El término oro rojo proviene del mundo de la joyería y no se utiliza en el comercio profesional de metales preciosos para inversión. Se trata de una aleación de oro con una proporción elevada de cobre, lo que le confiere un tono rojizo o incluso rojo intenso. Este color característico es muy apreciado en la fabricación de anillos, colgantes y relojes, especialmente en diseños clásicos o románticos.

Desde el punto de vista técnico, el contenido de oro puro en estas aleaciones suele estar por debajo de 900 milésimas, es decir, inferior al 90 %. Esta pureza no cumple los requisitos internacionales para ser considerada oro de inversión, que exige una finura mínima de 995 milésimas según la normativa fiscal de la Unión Europea.

Por lo tanto, aunque el oro rojo tiene valor material y estético, su función es decorativa y no está destinado a fines de inversión patrimonial. Tampoco se utiliza en la fabricación de monedas bullion o lingotes certificados.