Moneda de curso legal
La moneda de curso legal es cualquier forma de dinero reconocida oficialmente por un Estado como medio válido para saldar deudas y obligaciones financieras. Esto incluye, por lo general, tanto las monedas metálicas como los billetes emitidos por la autoridad monetaria nacional. El concepto de curso legal implica que el acreedor no puede rechazar dicha forma de pago para una obligación monetaria en la jurisdicción correspondiente.
Sin embargo, el estatus de curso legal varía de un país a otro. En el Reino Unido, por ejemplo, solo las monedas emitidas por la Royal Mint - incluidas aquellas en oro y plata - son reconocidas como moneda de curso legal. En otros países, también se aceptan monedas conmemorativas o de inversión, siempre que estén oficialmente respaldadas por un gobierno.
Es importante destacar que medios de pago como tarjetas de crédito, cheques personales o criptomonedas no tienen curso legal. Su aceptación se basa exclusivamente en acuerdos contractuales entre las partes.
En el contexto de los metales preciosos, muchas monedas de inversión, como el Krugerrand sudafricano o la Maple Leaf canadiense, llevan una indicación de su estatus como moneda de curso legal. Aunque no suelen usarse para transacciones cotidianas, ese reconocimiento por parte de un Estado otorga a la moneda un valor jurídico adicional y facilita su aceptación internacional.