Derivado


Un derivado es un instrumento financiero cuyo valor depende del comportamiento de un activo subyacente, como materias primas (por ejemplo, el oro), divisas o acciones. Se trata de contratos entre dos partes que especulan sobre la evolución futura del valor de un activo.

Existen tres tipos principales de derivados:

  • Futuros: contratos que obligan a comprar o vender un activo a un precio fijado en una fecha futura determinada. Se utilizan a menudo para protegerse contra la volatilidad de precios.
  • Opciones: otorgan el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender un activo a un precio predeterminado.
  • Swaps: permiten el intercambio de flujos de pagos futuros, por ejemplo, para cubrir riesgos de interés o de divisas.

En el ámbito de los metales preciosos, los derivados se emplean principalmente para la gestión del riesgo (hedging). Por ejemplo, un inversor con oro físico puede vender una opción de compra (call) para protegerse frente a una posible bajada de precios, sin necesidad de vender el oro.

Sin embargo, los derivados también se usan para fines especulativos o de arbitraje, lo que puede implicar complejidad y riesgos significativos. Los participantes institucionales recurren con frecuencia a los derivados para la gestión de sus carteras.