Cuando los metales preciosos no son ofrecidos al precio spot es porque tienen un Premium, es decir un coste añadido. Este coste suele ser consecuencia de los gastos de producción y el beneficio o ganancia que corresponde al lugar de producción y a los subsecuentes intermediarios. El Premium se fija generalmente de acuerdo a un porcentaje sobre el respectivo spot de cada metal, aunque hay algunas excepciones a esta regla.